Comunicación

Ámbitos de la comunicación



Lenguaje verbal Es un tipo de comunicación que puede realizarse de dos formas: oral: a través de signos orales y palabras habladas o escrita: por medio de la representación gráfica de signos. La forma más evolucionada de comunicación oral es el lenguaje articulado, los sonidos estructurados que dan lugar a las sílabas, palabras y oraciones con las que nos comunicamos con los demás. Las lenguas de signos también son un tipo de comunicación verbal, de carácter viso-gestual, por lo que no son de expresión oral. Por lo tanto, la Lengua de Signos de las personas sordas es una forma de lenguaje verbal.

Lenguaje no verbal Tipo de lenguaje o comunicación que puede realizarse a través de multitud de signos de gran variedad: Imágenes sensoriales (visuales, auditivas, olfativas...), sonidos, gestos, movimientos corporales, etc. Entre los sistemas de comunicación no verbal tenemos: El lenguaje corporal (gestos, movimientos, el tono de voz, nuestra ropa e incluso nuestro olor corporal). El lenguaje icónico. Códigos universales (sirenas, Morse, Braille), códigos “semiuniversales” (el beso, signos de luto o duelo), códigos particulares o secretos (señales de los árbitros deportivos). Otros muchos factores culturales y personales configuran el lenguaje verbal, desde el tono de voz hasta la manera de mirar al interlocutor.

Tecnología y comunicación Constituyen un medio idóneo para facilitar la integración social y laboral y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. La evolución tecnológica y científica ha permitido la aparición de herramientas y lenguajes que permiten un importante desarrollo comunicativo para las personas con deficiencias sensoriales, mayores facilidades de desplazamiento a las personas con deficiencias motrices, etc. Ejemplo de ello es la tecnología del habla con el desarrollo de conversores texto- voz, reconocimiento de voz, etc. o los sistemas multimedia que integran imagen, sonido, texto y datos que permiten la interacción, facilitando la comunicación. Para las personas con discapacidad las telecomunicaciones pueden ser una herramienta de mejora de su calidad de vida. Por esto, las barreras que se producen en este campo son de especial importancia y han de ser eliminadas.


Niveles de comunicación 

Intrapersonal, cuando el individuo se envía un mensaje a él mismo (al interior de sí mismo). Por ejemplo: cuando alguien dice –para sí mismo-: "estoy terminando esto y después voy a hacer tal cosa". Este proceso de comunicación precede los otros dos niveles e implica la percepción de sí y de los otros, elementos esenciales de toda comunicación.

La comunicación interpersonal, podemos decir que incluye todo lo que vamos a decir sobre la comunicación entre dos personas, o en la relación terapéutica con pacientes y familia... y que comúnmente suele abordarse desde una perspectiva humanista.

La comunicación pública, es la que tiene lugar entre una persona y varias otras. La mayor parte del tiempo toma la forma de un discurso público.

El dialogo, problemas y defectos

Podríamos describir al diálogo como la acción que se da entre dos o más personas y que supone un intercambio de ideas, expresiones, palabras y puntos de vista.
problemas de un mal dialogo:
 *No escuchar a los demás
* Ver lo nuevo o diferente como una amenaza
*Despreciar las opiniones de los demás
*No admitir el debate
*Amenazar, acusar o exigir
*La burla y el sarcasmo
*Dar consejos prematuros o no pedidos
*Tomarse todo comentario como algo personal
*Pedantería
*Interrumpir
*Hablar con rodeos

Elementos que facilitan la comunicación

*Sentirse elogiado
*No sentirse juzgado
*Hablar con naturalidad y libertad
*Escuchar e interesarse por la persona o por lo que dice
*No relacionar todo lo que se escucha con uno mismo, dando la impresión de egocentrismo
*No estar a la defensa
*Mostrarse siempre uno mismo

Lenguaje co-educativo

Se llama coeducación a la educación integral de hombres y mujeres, llevada a cabo en convivencia, es decir, ambos géneros reciben la misma educación en una misma institución escolar.

Y respecto al lenguaje, igual que el género, hemos de recordar que también es una construcción cultural. Por lo tanto debemos pensar cómo lo queremos utilizar para que exprese lo que realmente queremos decir.

Estilo asertivo en la comunicación

El comportamiento asertivo requiere tener muy claro el objetivo, saber lo que queremos comunicar antes de comenzar a hablar: expresar una queja concreta, pedir un cambio de comportamiento, dar un cumplido.


La asertividad se ve favorecida también por el control emocional , que se puede ver favorecido por la búsqueda del momento adecuado para iniciar el diálogo, en la medida de lo posible.

Técnicas para hablar en publico



1. Exprésate con sencillez
La gente que te escuche captará una o dos de las principales ideas que expongas. Si no puedes expresar en un par de enunciados el punto que propones comunicar, entonces tu alocución no está bien definida. Y si no sabes con previsión lo que quieres decir, mucho menos lo sabrás decir en público.

2. Organízate
Sea larga o corta tu disertación, es importante ordenar los elementos de la misma. Hay que prever la introducción, los puntos principales que se van a exponer y la conclusión.

A veces, una buena forma de comenzar resulta ser la frase final. Una vez que sabes a dónde te diriges, puedes escoger el camino que más te plazca para llegar allí. Es decisivo tener un final poderoso y contundente, pues en la mayoría de los casos es lo que la gente mejor recuerda.



3. Sé breve
La duración de los números en los espectáculos de variedades suele ser, como máximo, de 12 a 15 minutos. Si una cuadrilla de bailarines y cantantes que ponen toda el alma en su trabajo no logran entretener al público por más tiempo, ¿qué le hace pensar que tú sí podrás? Evita los discursos demasiado largos y rolleros.

4. Sé sincero
Si tratas de ser distinto a como eres (poco natural), probablemente no vas a convencer a nadie. Si no te parece graciosa una anécdota, no esperes que el público se ría con ella. Si la información que pretendes transmitir no te despierta un verdadero interés, tampoco lo despertará en los demás.

Si tomas la palabra es porque has tenido una experiencia que los oyentes desconocen; compártela con ellos. Trata de que sientan lo mismo que tú sentiste: una profunda emoción, o indiferencia; miedo, o tristeza; fastidio, o perplejidad.

La primera persona del singular (yo) puede ser un arma eficaz, pero debes ser cauto y ubicarte correctamente en el espacio, tiempo y tipo de público que te escucha.

5. Aduéñate de la situación
En los primeros momentos de un discurso se establece el vínculo entre el público y el expositor. Sonríe, agradece a la persona que te presentó y luego espera un momento.

No empieces hasta que hayas captado la atención de todos los presentes. Cada una de esas personas comprenderá inmediatamente que el orador le está hablando a ella, y su cerebro se dispondrá a prestarle atención. Eso es precisamente lo que quieres.

Cuando el público se haya puesto atento, establece contacto visual. Escoge tres caras amigables: una a la derecha, una a la izquierda, y una al centro. Dirígete entonces a una, luego a otra, y así lograrás abarcar a todo el auditorio.

6. No leas, habla
Leer ante un auditorio no resulta tan eficaz como hablar directamente y con el corazón; la expresión espontánea quizá no sea tan pulida, pero definitivamente es mejor.

No es recomendable redactar discursos, pero sí lo es llevar notas para recordar lo que quieres decir, y saber en qué parte va uno. Una buena idea es hacer bullets con los puntos principales o con datos importantes que quieras dar a conocer.

7. Relájate
Cuando estamos sometidos a tensión nerviosa, a menudo olvidamos cómo respirar correctamente. Toda persona que acostumbra presentarse o actuar en público conoce la importancia de la respiración.

No inhales profunda y forzadamente, ni respires con mayor rapidez que de lo normal; te puedes hiperventilar. Para relajarte, sólo tienes que mover el diafragma suave y rítmicamente y dar inhalaciones largas y profundas.